Dramatizar un texto que hemos leído previamente es una buena estrategia de comprensión que a los niños y niñas les encanta. Tiene numerosos beneficios, no sólo a nivel comprensivo: les ayuda a perder el miedo al ridículo, se trabaja la voz y la expresión oral, se reconstruyen textos dotándolos de vida y es muy divertido.
En estas fotos podéis ver cómo dramatizamos una lectura y lo bien que lo pasamos realizando esta actividad:
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